La estética y armónica visión fotográfica de María Svarbova
Es elegante, minimalista, ordenada, repetitiva, armónica. Si el pop se ha inclinado en los últimos tiempos por los tonos pastel, la fotógrafa ha arrastrado hacia la estética y armónica visión fotográfica coloreando muchos espacios construidos en esa época como las piscinas y otros establecimientos públicos.
El estilo distintivo de María se aparta del retrato tradicional y se centra en la experimentación con el espacio, el color y la atmósfera. Tomando interés en la arquitectura y los espacios públicos de la era socialista, Maria transforma cada escena con una frescura moderna que resalta la profundidad y el alcance de su paleta creativa. El cuerpo humano en toda su obra es más o menos una idea periférica, a menudo retratada como distante y recatada en lugar de sustantiva. Las figuras cuidadosamente compuestas crean escenas temáticas de ensueño con objetos ordinarios. Sus imágenes mantienen una tensión silenciosa que insinúa las posibilidades emergentes bajo la inclinación de superficies limpias y lisas.
Por eso mismo la combinación fascina y se vuelve de mis favoritas. Además Svarbova logra que sus composiciones sean casi cinematográficas y lleva la percepción estética más allá de los colores.
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